sábado, 20 de octubre de 2007

Pág. 31

-Ha vuelto usted a S. Thala, ¿por qué?
Ellos se miran.
-Se trata de un viaje.- Él se interrumpe.
Continúan mirándose, luego el rostro se aparta, la mano cae.
Permanecen así, sin hablar.
Mucho tiempo.
El ruido decrece.
El lugar se vacía.
Ellos miran, escuchan lo que tienen ante ellos. Mucho tiempo.

[Pág. 31, El Amor, Marguerite Duras]